Hace unos meses se publicó que el
Ayuntamiento de Zaragoza y la familia del artista Pablo Gargallo
habían acordado reproducir dos obras del escultor aragonés a tamaño
monumental, ver noticia. Estas obras se sumaran a las cuatro que forman parte de las calles de la ciudad de Zaragoza. Hoy voy a referirme a las primeras
esculturas públicas de Gargallo colocadas en la ciudad de Zaragoza que como el resto, se sitúan en las inmediaciones del
Museo dedicado al escultor aragonés: Saludo olímpico: el atleta moderno y el atleta clásico, bronce, 1926
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Saludo olímpico, Pablo Gargallo, bronce, 1929
Delante del Museo Pablo Gargallo, Plaza San Felipe, Zaragoza
Foto: www.zaragoza.es |
En 1985, un año después de la inauguración del Museo Pablo Gargallo, se colocó el conjunto escultórico Saludo olímpico: Atleta clásico y Atleta moderno, 1927, bronce. Ambas esculturas son reproducciones de las encargadas a Gargallo en 1928 para el nuevo Estadio Olímpico de Montjuic, inaugurado en 1929 en un acto que formó parte de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. El encargo incluía otras dos obras, dos “bigas” o carros tirados por dos caballos, con sus correspondientes aurigas, uno de cada sexo.
Gracias al Saludo olímpico, Gargallo
tuvo ocasión de tratar nuevamente el tema ecuestre, algo que ya había
trabajado de manera muy diferente al realizar la decoración para
el Palacio de la Música de Barcelona.
El proceso de realización de los Jinetes fue considerablemente
accidentado. Una huelga general del gremio de fundidores
artísticos y la muerte del propietario de los
talleres donde se fundían (la firma Grandhomme y Andro, de París), hicieron sufrir a todos los implicados en el encargo,
incluido por supuesto el propio Gargallo, que terminó enviando las esculturas por separado a Barcelona, según estuvieron acabadas.
Instaladas en
mayo (El atleta clásico) y julio (El atleta moderno) de 1929 en el
Estadio de Montjuich, allí permanecieron hasta la primavera de 1981,
fecha de su traslado al Palacio de la Virreina, para formar parte de la
exposición antológica organizada para conmemorar el centenario del
nacimiento de Gargallo, lugar donde siguieron hasta 1989, en que fueron
trasladadas de nuevo a su emplazamiento originario en el Estadio
Olímpico de Montjuich, rehabilitado y ampliado para la celebración en
1992 de los Juegos Olímpicos de Barcelona.
Con motivo de otra inauguración, la del Museo Pablo Gargallo de Zaragoza, y casi sesenta años más tarde, en 1985, el Ayuntamiento de Zaragoza encargó las fundiciones de los Atleta clásico y Atleta moderno, que se colocaron delante de la puerta del Museo, en la Plaza
San Felipe, en octubre de 1986.
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Saludo olímpico, bronce, 1929, Pablo Gargallo
Plaza San Felipe, Zaragoza |
Las figuras de bronce, representan
jinetes desnudos sobre caballos. Los jinetes tienen el brazo en alto,
haciendo la salutación olímpica, lo que algunos en su día
interpretaron erróneamente como el saludo fascista. Los jinetes
montan sus caballos sin silla ni brida. El clásico lleva una diadema
en la frente y muestra una actitud de salto, el otro avanza
ceremoniosamente con la cabeza alta.
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Saludo olímpico: atleta clásico, 1929, Pablo Gargallo
Plaza San Felipe, Zaragoza |
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Saludo olímpico: atleta moderno, 1929, Pablo Gargallo
Plaza San Felipe, Zaragoza |
En el 2007 el conjunto monumental se retiró temporalmente de la Plaza San Felipe para su restauración. Se trasladaron al taller de fundición de donde habían salido hacía más de veinte años. En concreto, se procedió a darles una nueva
pátina y se repararon pequeños desperfectos. En 2009 volvieron a su lugar habitual.
Ver vídeo:
Vuelven las figuras ecuestres al museo Pablo Gargallo.
Fuentes:
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Página web del Museo Pablo Gargallo
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Atletas, jinetes y aurigas en la obra de Pablo Gargallo/ Ramón Balius i Juli
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Gargallo i Barcelona, Alexandre Cirici, 1974
Más información en la Red Digital de Colecciones de Museos de Aragón:
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Saludo olímpico: el atleta clásico
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Saludo olímpico: el atleta moderno