lunes, 20 de octubre de 2014

Anecdotario de Pablo Gargallo en Maella

En enero de 1981, Pierrette Gargallo visitó Maella, la villa natal de su padre. La visita coincidió con el primer centenario del nacimiento de su padre, Pablo Gargallo. Hubo, entonces, momentos de gran emoción tanto por parte de Pierrette como por la de todos los maellanos, que emocionados, se rindieron incondicionalmente a su persona.

Pierrette trajo a Maella algo inapreciable, algo tan valioso como los relatos, los recuerdos que su padre tenía de la infancia maellana y a través de ella, identificada rápidamente con el pueblo, volvió de alguna forma, el propio Pablo Gargallo.

"Aunque era aún muy pequeña cuando él murió, conforme pasan los años tengo la sensación de que lo voy conociendo más. Ahora que he recorrido el pueblo donde nació, que he visitado su casa... muchas de las cosas que me explicaba han cobrado un nuevo sentido, un mayor relieve", contaba en aquella ocasión Pierrette. Y relataba cómo su padre recordaba cuando ayudaba a su padre a limpiar los caballos. "Tenían que poner las manos en el agua del pozo —que tampoco estaría  muy caliente— para quitarse el frío".

"El hizo la primera comunión en Maella. Tengo una fotografía de ese día. El está con una manita apoyada aquí, encima de la pierna. Me decía: ¿Ves la mano ésta?. Cuando salimos de la iglesia nos pusimos a jugar y yo me rompí el pantalón. Para la foto tuve que poner la mano ahí para tapar el roto".

Pablo Gargallo el día de su primera comunión. Maella, ca. 1888
Publicada en "Pablo Gargallo. Valencia, 2004"
Pablo Gargallo volvió a Maella siempre que pudo, y Pierrette lo sabe. "Cuando se casó, en 1915, vino con su esposa. También estuvo en 1918: "Estuvo trabajando en una ermita que, por desgracia, se hundió. Seguramente entre las piedras quedarían fragmentos de sus esculturas, pero hoy se ha perdido todo".

Siempre hay, sin embargo, una última vez. Los motivos de la última estancia de Pablo Gargallo en Maella, no fueron tan felices como los anteriores.

Su hija Pierrette lo recordaba recorreindo las calles maellanas: "La última de sus estancias largas aquí, en su pueblo, fue en 1924. Mi padre siempre estuvo aquejado del pecho y ese año, estando enfermo, su amigo Reventós le aconsejó que se viniese, pues aquí donde únicamente se repondría. Y así sucedió."

Texto publicado en: Maella. Boletín extraordinario, diciembre 1984.

lunes, 6 de octubre de 2014

Cuaderno de notas de Pablo

"Yo he hecho muchas cosas cuyo resultado ha podido parecer pobre, pequeño, pero jamás vacío o falso. Esta es la justificación de mi estética en los hierros: síntesis, exigencia, amplitud y libertad"
Pablo Gargallo

Bailarina II, 1929, hierro,
de Pablo Gargallo
Máscara de Greta Garbo con mechón, 1930,
chapa de hierro, de Pablo Gargallo